4 ciudades españolas con encanto propio

Visitar una nueva ciudad siempre es una experiencia única e inolvidable. Cada urbe, pueblo, villa o isla tiene sus propias y peculiares características, sin embargo algunas son más especiales que otras. Hay algunas ciudades que tienen un encanto propio, que se transmite en cada esquina, cada rincón y cada calle. En España hay varias de estas ciudades, te contamos lo que descubrirás en las 3 más conocidas por su encanto.

Toledo medieval

Una de las más llamativas es Toledo. Esta pequeña ciudad del interior de España conserva todo el encanto medieval de antaño, con carreteras empedradas, calles angostas que no están ni preparadas ni adaptadas para que algunos vehículos pasen por ellas, y en cada trozo de la ciudad puede encontrarse infinidad de tiendas medievales.

Es muy normal recorrer las calles de Toledo descubriendo armaduras de caballeros medievales, espadas y escudos forjados a mano y puestos a la venta para la expectación de muchos turistas amantes de aquella época. Exceptuando alguna plaza puntual y las innumerables tiendas modernas de mazapán (un producto elaborado en Toledo de gran calidad), el resto será como regresar a la Edad Media.

Salamanca universitaria

Salamanca tiene entre sus tesoros la Universidad de Salamanca, la más antigua de España (desde 1218) y la quinta de toda Europa. Su gran atractivo la hace interesante para estudiantes no sólo del país sino de todo el mundo a niveles similares a lo conseguido en universidades como la de Oxford o Cambridge.

La afluencia de estudiantes ha convertido a Salamanca en una variopinta combinación de sociedad salmantina con gente joven, sin perder ni un ápice del encanto estudiantil, universitario y clásico que ofrecen las calles antiguas y las plazas de época (visitar la Plaza Mayor es una experiencia incomparable en este sentido). Si se completa la experiencia con la búsqueda de los secretos milenarios de la ciudad vinculados a la Universidad (la rana de Salamanca, los vítores repartidos por todas partes o la cueva del Diablo), se podrá palpar ese encanto inconfundible que sólo Salamanca transmite.

Menorca paradisíaca

Viajar a Menorca, sobre todo en verano, supone una actividad que en la mayor parte del mundo es sencillamente imposible. Consiste en ir buscando las calas más paradisíacas, naturales y hermosas que sea posible. Enumerar todas las que hay en esta menuda isla balear es una tarea realmente complicada, pero mucho más encontrarlas. Las más recónditas no permiten el acceso por coche y exigen más de un paseo entre caminos naturales.

Por otra parte, la diversidad de las calas atrae a todo tipo de turista, desde las pequeñísimas calas de piedra natural con cangrejos y peces coloridos desde la misma orilla, hasta las grandes calas conocidas de arena blanca donde el agua azul y cristalina llega hasta donde alcanza la vista.

El turista, se ve envuelto de este encanto propio de Menorca cuando al segundo día se encuentra con un mapa de calas buscando aquellas que más le llame la atención.

Tres destinos únicos que tenéis que ver. Aunque claro… esto no de deja de ser nuestra opinión. ¿Qué tres destinos españoles nos recomendáis vosotros?