Cómo convivir con las Fallas

En primer lugar debéis tener en cuenta que la mayoría de los valencianos (no todos) están enamorados de la pirotecnia. Prácticamente en cualquier parque podréis ver a familias enteras tirando cosas que debéis distinguir: por un lado están los petardos, que son los pequeños cilindros que suenan con tanto estruendo cuando estallan; las tracas, que son una línea de varios petardos unidos que suenan como una metralleta; y los cohetes, que son los que salen disparados y explotan en el aire.

Otra diferencias a tener en cuenta son las que hay en lo que respecta a las mimas fallas. Recordad: una “falla” es el monumento completo que va a arder, un “ninot” es uno de los muñecos que forman parte de la falla. Por otro lado un “fallero” puede ser o bien el artesano que construye las fallas o el participante en las fiestas de género másculino que viste el típico traje regional. Una “fallera”, sin embargo, sólo designa a la mujer vestida con el vistoso traje típico que incluye el peinado característico con rodetes. Eso no quiere decir que no haya mujeres que trabajen en los talleres de construcción de fallas.

A todo esto, ¿por qué se llaman así? La teoría más aceptada es que se trata de una evolución del término latino “facula” que significa “antorcha”. De hecho, en algunas regiones de Valencia y Cataluña todavía se usa “falla” con ese sentido.

El mismo festival se divide en varias partes con nombres distintos y que nos pueden llevar a confusión. Así una “mascletá” es el encendido masivo de tracas, petardos y cohetes que sucede en la ciudad todos los días del 1 al 19 de marzo a las 14:00; la “plantá” es la noche en la que se colocan las fallas; la “nit del foc” (“noche del fuego” en valenciano) es la noche en la que arden los figuras; y la “cremá” es el acto de encender las fallas.

Entre el fuego, el calor de la multitud y el clima, que empieza a ser más cálido por las fechas del festejo, es normal sentir sed. Ahora bien, ¿qué podemos pedir para beber? Habréis pensado que lo típicamente español es pedir sangría. Pero no: cierto es que podréis beberla allí donde la pidáis. Pero durante la época de fallas lo típico es saborear la famosa “agua de Valencia” elaborada a base de licor, vino espumoso y zumo de naranja; también podéis pedir la inigualable y cremosa horchata de chufas. ¿Para qué vais a pedir sangría teniendo esto?

Por supuesto si vais a Valencia hay que probar la paella. Se dice que prácticamente cada bar y restaurante valencia tiene su receta “especial”. Eso sí, debemos aclarar que al menos encontraréis dos tipos de paella. La Valenciana, que es la receta original, con arroz, pollo o conejo y judiones; y la marinera, que es la que incluye marisco y calamares. Igualmente podréis encontrar otro tipo de arroz similar a la paella marinera llamado “arroz a banda”; que se distingue de aquella por estar cocinado con pescado y servirse con una salsa llamada “ali oli”.

Tras este “cursillo acelerado” de cultura fallera-valenciana creemos que podréis disfrutar tranquilamente de uno de los espectáculos más representativos de la cultura Española. Ahora sí: ¡venid a Valencia!