Los puentes en España - Aprende español

Una vieja broma que circula por aquí dice que los puentes más bonitos de España son el Puente Nuevo de Ronda (Málaga), el de Triana (Sevilla), el de Semana Santa y el de la Constitución. Estos dos últimos no son puentes como tales, sino una figura típicamente nuestra que designa a aquellos días que, entre dos festivos, nos cogemos de vacaciones. Algo parecido a la figura del “bank holiday”, pero con sutiles diferencias.

Hay puentes que son fijos, como los dos mencionados antes y aquellos que se propician al caer, por ejemplo, un festivo en jueves o martes. En el primer caso mucha gente se tomará libre el viernes y, en el segundo caso, el lunes.

Los puentes siempre han sido objeto de polémica: muchos consideran que no fomentan precisamente la productividad y hay algunos colectivos (en especial autónomos y pequeños comerciantes) que no suelen cogerlos, algo que supone un trastorno extra si hay que hacer, por ejemplo, pedidos de suministros. Hace tiempo se habló de tomar ejemplo de otros países en los que los festivos se pasan al lunes siguiente a la fecha señalada; pero de momento no hemos sabido nada de esa supuesta medida y hasta qué punto sería aceptada por la población. Recordemos que bastantes de nuestros festivos tienen un componente religioso que les hace poco propicios a ser trasladados.

También está el hecho de que, al menos en dos ocasiones, coinciden dos festivos en la misma semana: tal es el caso del 6 y el 8 de diciembre (día de la Constitución y de la Inmaculada respectivamente); así como el Jueves y Viernes Santo (aunque en algunas regiones españolas como Cataluña o Valencia no se celebra el Jueves Santo pero sí el Lunes de Pascua).

Y eso sin contar aquellos festivos regionales (cada Comunidad y cada ciudad tiene los suyos) que pueden coincidir en la misma semana  o seguir pocos días después con un festivo nacional. ¡Todo en el calendario español puede ser posible!

Como veis los puentes en España son algo a tener en cuenta si venís a hacernos una visita. Por cierto… ¿Sabéis que un puente largo también se conoce como “acueducto”? Una prueba más de que aquí la planificación del calendario es casi cosa de ingeniería.