Cuando se viaja al extranjero a aprender un nuevo idioma hay muchas formas de pasar la estancia en este nuevo país. Puede alquilarse una habitación, es más frecuente aunque menos económico ir a un centro residente para estudiantes y, la mejor metodología de todas, se puede optar por un alojamiento en casa de una familia de ese país.
La mayor ventaja de quedarse con una familia en el país donde se ha acudido a estudiar es que se asegura una práctica constante del idioma. Los padres, familiares, amigos y también hijos (si los hubiera) de la familia, probablemente no sepan el idioma del estudiante, por lo que siempre se verá forzado a intentar expresarse en el idioma nativo, lo que fomentará su aprendizaje.
Otra ventaja muy importante es la de poder conocer de primera mano las costumbres autóctonas del país al que se viaja, tanto en lo que se refiere a comer y cenar (tipo de comida, horarios y protocolo), como durante la estancia en casa (uso de las habitaciones, del comedor, de la cocina), situaciones cotidianas (hacer la compra, limpiar la casa, preparar el desayuno), etc.
Esta forma de vivir en persona las costumbres extranjeras ayuda también a mejorar todo el vocabulario relacionado, de una forma más directa y efectiva que cualquier estudio que se intente en una clase, dado que experimentar presencialmente las cosas ayudará a recordarlas durante más tiempo, tanto en lo que se refiere a acciones como a expresiones pronunciadas y escuchadas.
Del mismo modo, es bastante probable que se conviva con la familia fuera de la casa, es decir, que se acuda con ella a sitios donde frecuentemente suelen ir, celebrar fiestas si coinciden con el periodo de estancia o, incluso, (según el país) vestir trajes regionales.
Con estas acciones se puede vivir de primera mano estas experiencias y conocer vocabulario, gramática y todo lo relacionado con estas actividades.
Junto a este aprendizaje constante también es destacable el componente geográfico a todos los niveles. Es fácil aprender métodos de transporte, lugares como paradas de autobús, estaciones de metro, etc.; sitios emblemáticos desde plazas famosas hasta calles y avenidas populares; edificios famosos por su historia o por su carácter turístico, etc. Todos estos lugares es más fácil conocerlos con una familia extranjera que si se viaja de forma individual o con otros estudiantes, ya que quienes viven en la zona serán los mejores guías turísticos para conocer, entender y aprender todo lo relacionado con estos sitios.
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