Los aficionados a la lectura de Madrid tienen cada año una cita ineludible, La Feria del Libro, que se celebra en el famosísimo Parque del Retiro. Este año, además, cumple 75 años difundiendo cultura en negro sobre blanco.
Un momento… si conocéis la historia de la Feria sabréis que la primera edición, tuvo lugar en 1933. Las cuentas no salen… ¿cómo puede ser que se celebre su 75º aniversario y no el 83º? Debemos tener en cuenta que dejó de celebrarse tras 1936 debido a la Guerra Civil y no volvió a estar en la agenda hasta 1944, con el nombre de "Feria Nacional del Libro". En los años posteriores se cambiaría su ubicación haciéndose itinerante por toda España. No fue hasta 1967 que la feria se estableció definitivamente en Madrid y en el Parque del Retiro. En 1982 cambió su nombre al actual: Feria del Libro de Madrid.
Una de las puertas de El Retiro
Desde entonces pocas cosas han cambiado: la feria se asienta en el llamado "paseo de coches", una larga explanada a cuyos lados se colocan sus casetas. Su situación permite a los visitantes llegar de manera fácil a través de la Puerta de la Reina Mercedes, muy cercana a la estación de metro de Ibiza. Así no hay que recorrer todo el parque para acceder al evento. Eso sí, recomendamos que, una vez hechas las compras pertinentes, deis un paseo para disfrutar del parque en su verde esplendor.
Comprendemos que es difícil hacerlo, pero el momento ideal para visitar la feria es de lunes a viernes (de 11:00 a 14:00 y de 18:00 a 21:30). Los fines de semana hay muchísima gente y puede llegar a ser agobiante. No obstante, si no podéis más que sábados y domingos os recomendamos que vayáis a primera hora de la mañana o de la tarde (los fines de semana el horario se amplía de 11:00 a 15:00 y de 17:00 a 21:30).
Una visita a la Feria del Libro llena una tarde completa. Hay más de trescientas casetas representantes tanto de editoriales como de librerías… ¡e incluso de casas que ofrecen facsímiles de libros medievales (eso sí, a precio de joya)! ; también hay carpas en las que se ofrecen muestras, exposiciones e incluso conferencias y, para todos aquellos que quieran tomar algo para refrescarse o descansar, hay terrazas. Un consejo: si queremos dar un respiro a nuestros pies sin necesidad de pagar una bebida podemos escabullirnos por algún hueco y sentarnos en alguno de los bancos que quedan ocultos tras las casetas. Otro consejo: llevad una botella de agua y alguna chocolatina de casa, las máquinas de vending son bastante caras.
Seguimos con el tema del gasto: uno de los grandes atractivos de la feria es que los libros se ofrecen con descuento sobre el precio en tienda, pero siempre es bueno ir con un “presupuesto”… o activar la calculadora del móvil. También –esto ya es para bibliófilos avezados- es conveniente dar dos vueltas al recinto: la primera para apuntar precios y reflexionar evitando así compras por impulso, la segunda para comparar y comprar. ¡Puede que encontréis una edición más asequible del libro que buscáis en una caseta distinta a la que visitasteis en primer lugar!
Puestos de la feria del libro
Dentro de la propia feria los acontecimientos más importantes son, sin duda, las firmas de ejemplares. Las colas que se forman delante de las casetas en las que hay autores famosos pueden ser interminables, pero si queréis tener un ejemplar rubricado no queda otra que soportarlas. Eso sí, os recomendamos que primero os informéis de en qué caseta estará vuestro autor favorito (se puede consultar en la web de la Feria) y vayáis "a tiro hecho".
¡Ah! y tened cuidado. Muchos visitantes han confundido a algún autor novel con el vendedor de la caseta. No es algo que moleste a los escritores pero nunca se sabe qué personaje de novela puedes inspirar o en el capítulo de qué libro de memorias puedes aparecer.
Una vez sabido esto sólo os podemos desear algo si vais a la feria: ¡Buena caza!