Palos del flamenco
Para entender correctamente lo que son los palos del flamenco, es preciso saber que éste se compone principalmente de 4 pilares básicos: cante, baile, toque y palos. El cante es la acción de cantar llevada a cabo por los denominados "cantaores". De esta forma los palos del flamenco son las diferentes variedades de cante flamenco existentes.
Hay aproximadamente medio centenar de palos del flamenco identificados oficialmente. La tipología que los define o que los enmarca en un grupo o en otro puede ser, al mismo tiempo, diferente. Sin embargo, la división tradicional distingue entre los cantes básicos, los fandangos y sus derivados y, en tercer lugar, todos los palos del flamenco originados por influencias regionales e incluso americana.
Origen de los palos del flamenco
A nivel general el primero y más conocido palo del flamenco fue el fandango, que desde el siglo XVII ha permanecido como uno de los principales en España. El estilo evolucionó gracias a la incorporación de un instrumento, la bandola, cuyo compás regular propiciaba el acompañamiento del baile creando así nuevos palos del flamenco.
Fruto de esta derivación de fandango + bandola + baile surgieron palos del flamenco como los siguientes:
- chacarrá
- granaína
- jabegotes
- jaberas
- malagueñas
- rondeñas
- taranta
- taranto
- verdiales
- zánganos
Otros palos del flamenco nacieron a raíz de hacer cambios sobre el romance, como sucedió con el polo, la caña, las tonás o el corrido. Pero fue el añadido de la guitarra a estas variaciones lo que propició la aparición de nuevos palos con más ritmo y adaptados a un baile flamenco llamativo, como las festivas bulerías y los jaleos o los más íntimos tango y tiento.
Zonas geográficas de los palos del flamenco
Los palos del flamenco tienen orígenes geográficos bastante delimitados. Cádiz y Málaga son las principales ciudades andaluzas exponentes de su aparición, aunque la práctica los hizo extenderse por toda Andalucía.
La zona de Levante engloba principalmente el área de Murcia y alrededores, donde la taranta, la minera y la cartagenera se propagaron casi de forma autóctona.
Finalmente, los palos del flamenco desarrollados en América se originaron a raíz de la influencia de emigrantes españoles cuyo estilo hizo evolucionar la música popular hispanoamericana, dando lugar a palos como la rumba, la colombiana o la guajira entre los más destacados.