Tanto si estás en la ciudad durante un día o varios meses, ninguna visita a Alicante está completa sin detenerse a ver el castillo sobre la colina que ha servido de atalaya de la ciudad y su puerto durante siglos. El imponente Castillo de Santa Bárbara se extiende por la cima rocosa del Monte Benacantil, que se eleva sobre la ciudad y contempla el mar, una clara posición estratégica.
El Castillo de Santa Bárbara lo tiene todo: muros protectores, puestos de vigía, cañones, fosos, ruinas de capillas y calabozos, sin mencionar las vistas panorámicas, ideales para vigilar a cualquier posible ejército o barco pirata que se aproximase a la ciudad. Hoy en día, esas mismas vistas panorámicas son más una atracción turística que una ventaja defensiva, así que no olvides disfrutar de la incomparable vista de la ciudad, el puerto y el mar.
Más aún, este histórico castillo ha tomado un nuevo papel en los últimos años como uno de los escenarios culturales más interesantes de Alicante. Además de sus siglos de historia, también es la sede de la colección Capa de escultura del siglo XX, y acoge todo tipo de exposiciones temporales, que se enfocan principalmente en las artes -fotografía, pintura, escultura, técnica mixta, etc-. Si estás en la ciudad durante los meses de verano, puedes subir al castillo en las noches de viernes y sábados para disfrutar de conciertos bajo las estrellas.