Como no podría ser de otra manera, los majestuosos jardines llenos de belleza e historia rodean el palacio por tres de sus cuatro fachadas; su cara sur da a la Plaza de Armas y la Catedral de la Almudena. Más abajo entraremos en detalle sobre cada uno de los jardines: la solemne Plaza del Oriente, los bellos Jardines de Sabatini y, por último pero no menos importante, el enorme Campo del Moro. Continúa leyendo nuestra visita guiada a los jardines del Palacio Real, y descúbrelo tú mismo.
Jardines del Palacio Real: Plaza del Oriente
Justo frente a la cara este del palacio se encuentra la bella Plaza del Oriente, detrás del palacio de la ópera de Madrid. Una estatua de Felipe IV domina el centro de la plaza, y el resto del espacio está lleno de cuidados setos, fuentes y flores, paseos y estatuas de reyes pasados y nobles. Además del palacio y del edificio de la ópera, la plaza semicircular cuenta con bellos edificios en una variedad de tonos y con balcones de hierro forjado. Hace siglos, la Plaza del Oriente era donde estaba el antiguo Alcázar, hasta que se quemó en 1734. En el siglo XIX, José Bonaparte despejó la zona para dar más espacio a los alrededores del palacio, así como una apariencia más digna.
Jardines del Palacio Real: Jardines de Sabatini
Este jardín de estilo francés fue creado en los años 30, y se abrió al público en 1978 por el Rey Juan Carlos I, en el lugar donde habían estado los establos reales; de hecho, los jardines están nombrados en honor del arquitecto del siglo XVIII que diseñó dichos establos, así como otras partes de palacio. Hoy en día es un lugar pequeño pero precioso para pasear y relajarse entre sus patrones geométricos y simétricos de fuentes, setos cuidados y estatuas.
Jardines del Palacio Real: Campo del Moro
El más impresionante de los jardines del Palacio Real es también el más desconocido y menos visitado, ya que está bastante alejado de las rutas turísticas habituales. El Campo del Moro se encuentra justo detrás del palacio, y está lleno de paseos a la sombra, bellas fuentes, pavos reales y una estética que combina los jardines románticos con toques de jardinería y paisajismo de estilo inglés. En cuanto al nombre, se llama el Campo del Moro porque es donde acampó el ejército musulmán antes de su ataque -en el siglo XII- para recuperar el Alcázar, que fue un fracaso. Felipe IV fue el primero en comenzar a desarrollar el espacio, pero el Campo del Moro recibió su aspecto actual en la década de 1890 por iniciativa de Doña María Cristina de Habsburgo.