Huelga decir que Valencia está llena de tesoros arquitectónicos y el espectacular Palacio del Marques de Dos Aguas es sin duda uno de ellos. El edificio data del siglo XV, y originalmente se contruyó en estilo gótico. Sin embargo, grandes reformas en el siglo XVIII le dieron la suntuosa apariencia barroca que se puede ver hoy. Era la casa de la familia de Rabassa de Perellós, un noble valenciano que ostentaba el título de Marqués de Dos Aguas.
La mansión fue adquirida en 1949 por el Ministerio de Educación con la intención de que acogiese la considerable colección de cerámica legada a la ciudad por el Dr. Manuel Gonzalez Martí y su esposa. Se abrió al público como museo, el Museo Nacional de Cerámica González Martí, y fue decorado y amueblado con muebles de época.
Al pasar a través de la exagerada y profusamente adornada entrada barroca se descubren las habitaciones y tesoros que contiene. Algunas habitaciones se han mantenido con su estilo original del siglo XV, mientras que otras son más de un estilo siglo XVIII, época de salones y bailes. Esta mansión incluso mantiene su histórica entrada de carruajes, en la que incluso hay unos cuantos carruajes en exhibición.
El lujoso interior es, como hemos mencionado, la sede de una vasta colección de cerámicas que provienen de todas partes del mundo y de todas las épocas. Se pueden contemplar las increíbles cerámicas árabes y cristianas de la vecina ciudad de Manises, o creaciones del propio Picasso. También incluye una cocina típica valenciana completamente equipada, hecha completamente de cerámica, y una habitación en la que casi todos los objetos expuestos están elaborados en porcelana coloreada. En el piso superior se puede conocer más de la historia y los procesos que hay en la elaboración de la cerámica, y contemplar las distintas y excelentes colecciones de cerámicas, desde creaciones prehistóricas a trabajos más modernos.