Es una de las ciudades más atractivas y famosas de España: se trata de Sevilla, una joya del sur de nuestro país. Nuestra excursión de fin de semana a la ciudad incluye visitas guiadas a sus puntos más destacados. ¡Y venir es tan sencillo como apuntarte en recepción!
Sobre Sevilla
Sevilla, la capital y ciudad más grande Andalucía, goza de un legado histórico y cultural que nos devuelve a los tiempos del Imperio Romano, cuando fue fundada con el nombre de Hispalis: al poco de ser fundada prosperó como un importante puerto debido a su privilegiada situación a orillas del río Guadalquivir. Su siguiente época de esplendor se dio durante los años de Al-Andalus, época en la que fue rebautizada con el nombre de Isbiliya. Cuando el Califato de Córdoba se desintegró, en el siglo XI, Isbiliya se convirtió en la capital del más poderoso de los reinos de taifas. Esta etapa de su historia terminó en 1248, cuando el reino sucumbió a la conquista cristiana liderada por el rey Fernando III.
En los siglos inmediatamente posteriores a su incorporación al pujante reino cristiano de Castilla, Sevilla volvió a prosperar monopolizando el comercio con las colonias americanas, lo que la convirtió en la ciudad más rica de su época. Aquella época de bonanza ha dejado como testimonio las magníficas construcciones góticas, renacentistas y barrocas que hoy podemos admirar.
Sevilla se extiende actualmente a ambas orillas del gran río Guadalquivir pero seguramente pasarás la mayor parte de tu visita en su margen oriental, donde se encuentra el centro de la ciudad con sus laberínticas y bellas calles así como sus atracciones más importantes.
Viaje a Sevilla - Puntos de interés
Centro de la ciudad
La animada vida sevillana gira en torno al eje que une la Plaza de San Francisco y la Calle Sierpes. Este área densamente poblada es un fascinante laberinto de calles peatonales, emblemáticas plazas y muchos de los lugares de interés preferidos por los turistas como el Ayuntamiento, ejemplo de arquitectura renacentista, la barroca Parroquia del Salvador o la Casa de Pilatos, un noble palacio del siglo XVI, ejemplo de arquitectura mudéjar.
La Catedral & La Giralda Tras la caída de Isbiliya en 1248, la mezquita de la ciudad fue reconvertida en una iglesia cristina. Pasados algo más de 150 años, en 1401, las autoridades eclesiásticas decidieron derribar la antigua mezquita para construir en su lugar una enorme catedral... y vaya si lo consiguieron. La catedral gótica de Sevilla tardó 100 años en finalizarse, lo que es muy poco tiempo para la catedral más grande del mundo, con unas medidas de 126 por 83 metros. Dentro de ella encontraremos docenas de capillas, impresionantes vidrieras, retablos dorados, preciosas obras de arte español y mucho más. También podremos encontrar partes de la antigua mezquita como la Puerta de Perdón con un magnífico ejemplo de arco de herradura; su patio repleto de naranjos y, por último pero no por ello menos importante, la impresionante Giralda, un gigante símbolo de Sevilla con sus más de 100 metros de altura. Esta torre de ladrillo, antiguo minarete de la mezquita, lleva vigilando la ciudad desde el siglo XII si bien su aspecto actual es debido a una remodelación del siglo XVI, que la convirtió en el impresionante campanario que es hoy.
Reales Alcázares
Al otro lado de la Plaza del Triunfo, pasando la catedral, se encuentran los increíbles Reales Alcázares, un suntuoso complejo palaciego que ha servido de hogar a gobernantes tanto islámicos como cristianos. Costruidos originalmente en el año 913 por los gobernantes del califato de Córdoba como fortaleza, sus 11 siglos de existencia han visto numerosas reformas, ampliaciones y reconstrucciones. Cada gobernante acometió una reforma, lo que hoy queda reflejado en el curioso estilo del complejo en el que se mezclan elementos islámicos, góticos y mudéjares. ¡No te pierdas ni un sólo rincón de sus habitaciones, salones, patios, jardines, mosaicos, techos y celosías!
Plaza de España
La enorme de Plaza de España fue construida a principios del siglo XX como pieza central de la Exposición Iberoamericana de 1929. Cruzando el Parque de Maria Luisa encontraréis este magnífico monumento de planta semicircular construido en ladrillo visto y cerámica, adornado con patrones geométricos. De estilo neomudéjar combina también elementos renacentistas y art-decó; sus magníficos arcos enmarcan diversas hornacinas que representan cada una de las distintas provincias españolas. Espectacular y representativa no es de extrañar que sea uno de los puntos de obligada visita de Sevilla.