Don Quijote
Don Quijote, el personaje creado por Miguel de Cervantes, es un viejo conocido, no sólo de los españoles, sino de la mayor parte del mundo, y por una buena razón. Don Quijote ha sido una inspiración para España con su compleja personalidad y por sus contribuciones al idioma español.
Su historia está partida en dos: la primera es más relajada y no se parta demasiado del lado cómico de las cosas, mientras que en la segunda parte se profundiza más en asuntos filosóficos del momento, y atiende no sólo a la palabra escrita, sino también a la música y el arte. Además, el personaje ha inspirado a miles de creadores a lo largo de la historia. Don Quijote también ha tenido una gran influencia en el idioma español, como demuestra el hecho de que la frase 'de cuyo nombre no quiero acordarme' sea hoy una expresión de uso común en España.
La historia
Al principio Don Quijote se llama Alonso Quijano, que se va en busca de su aventura de caballerías. Se pelea con unos arrieros que están intentando dar de beber a sus mulas, tras lo que el tabernero le reafirma en que es un verdadero caballero; esta idea está sólo en la mente de Don Qujote, pero el tabernero se siente obligado a decírselo. Tras esto se va a Toledo, donde unos mercaderes se ríen de él por su imaginaria "Dulcinea", su amada imaginaria que le está esperando. Tras esto se va a casa con Pedro Crespo.
En la segunda parte consigue convencer a Sancho Panza, su vecino, de convertirse en su escudero. De aquí en adelante comienza un barullo épico, con escenas como la de Don Quijote combatiendo a los molinos en La Mancha, convencido de que son gigantes. Por el camino se encuentran con todo tipo de gente, y Don Quijote se divierte metiéndose en asuntos que no son de su incumbencia y que normalmente le meten en bastantes líos.