Un Chien Andalou
Recursos

Un Chien Andalou

La surrealista película muda conocida como Un Chien Andalou (Un perro andaluz), que ha inspirado a todos los realizadores de cine independientes, fue creada por Luis Buñuel y Salvador Dalí. Fue producida en Francia en 1929. Si algo está claro sobre esta rareza de 16 minutos es que no es para los temerosos; su intención chocante, evidente desde la primera escena en que un marido le corta un ojo a su mujer en un primer plano sobrecogedor. No te preocupes, en realidad son "efectos especiales", así que puedes salir de detrás del sofá.

La trama y la racionalización

La idea original surgió de una conversación entre Buñuel y Dalí sobre los sueños que habían tenido. Dalí comentó que había tenido un sueño sobre una mano llena de hormigas, mientras que Buñuel dijo que su sueño había sido de la luna siendo cubierta por una nube, casi como un ojo siendo cortado por una cuchilla. Desde ahí, comenzaron a ver qué otras ideas podían incorporar desde el subconsciente.

Sus creadores hacían mucho hincapié en el hecho de que no intentaron que hubiera ninguna trama ni pensamiento racional. La única regla era que nada que fuese simbólico o explicable de cualquier manera podía ser usado en la película. De hecho, Buñuel dijo en los 70 que la película no intentaba representar ni simbolizar nada, y por lo tanto cualquier significado que los críticos o los académicos encontrasen debía ser encontrado a través del psicoanálisis.

Esta es, por tanto, la razón por la que la película no sigue un orden cronológico, sino que sigue un anti-patrón en el que las escenas se van sucediendo sin orden alguno. Por ejemplo, comienza con un cartel que dice "Érase una vez...", seguido de otro que dice "Ocho años después", a pesar de que los personajes no aparentan cambio alguno.

Las escenas están repletas de imágenes extrañas y misteriosos efectos especiales. Aunque la escena más famosa es sin duda la del corte en el ojo. Filmada con una fuerte iluminación y el ojo de un ternero muerto, hay muchas escenas extrañas. En un momento de la cinta, uno de los personajes coge un par de cuerdas y comienza a tirar de una colección de extraños objetos, entre ellos dos pianos con burros muertos, tablas de piedra con los Diez Mandamientos, y dos curas extrañados (uno de ellos interpretado por el mismo Salvador Dalí). Hay quien afirma que los burros hacen referencia a la obra Platero y yo, de Juan Ramón Jiménez, al que tanto Buñuel como Dalí aborrecían. Iba a haber más escenas, entre ellas una con un par de cadáveres cubiertos de moscas, pero se quedaron sin dinero y hubo que prescindir de ellas.

Recepción y legado

Dalí y Buñuel esperaban una respuesta negativa por parte de la sociedad a finales de los años 20, tanto que se llenaron los bolsillos de piedras por si había una pelea en el estreno. Para su sorpresa, a la audiencia le fascinó la película, y se hizo muy popular entre sus amigos surrealistas, por lo que tanto Dalí como Buñuel fueron admitidos como miembros del grupo surrealista. Dalí dijo una vez que estas reacciones positivas hicieron los pases de la película menos excitantes, aunque también supuso que le breve periodo de proyección de Un chien andalou se ampliase a 8 meses.

Huelga decir que la película tiene un tono extremadamente oscuro, y ambos protagonistas se suicidaron en los años consecutivos. Sin embargo, también es por esto por lo que la película se ha convertido en una cinta de culto. De hecho, Un Chien Andalou todavía se suele proyectar en varios festivales por todo el mundo. También ha sido una importante influencia en muchos artistas y músicos, incluyendo a los Pixies. Se ha convertido en un punto de referencia de lo extraño y lo surreal, y por ello ha sido referenciada en muchos libros, películas y series de televisión a lo largo de los años.

Tras el éxito de Un Chien Andalou, Buñuel y Dalí co-escribieron otra película llamada L'Age D'Or. Sin embargo, justo antes de la producción de la cinta la pareja discutió, por lo que el pintor no tomó parte del proceso de elaboración de la cinta. Esta película también intentó crear controversia, pues era un ataque directo a la iglesia católica de Roma.