Vocabulario español
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Palabras españolas “polémicas”

Como sabéis el órgano que cuida de nuestra lengua es la tricentenaria Real Academia de la Lengua. Ella decide qué términos podemos emplear los hispanohablantes; y como os podéis imaginar hay algunas decisiones que no han gustado demasiado. Aquí tenéis algunos de esos términos “polémicos”.

  • Almóndiga: según la RAE es un sinónimo de “albóndiga” (bola de carne o pescado que se sirve guisada o frita). El problema es que “almóndiga” siempre se ha considerado una manera errónea e inculta de llamar a esta especialidad.
  • Bluyín: ¿esta palabra no os resulta familiar? Sí, se trata de la “hispanización” de “blue jeans”. ¿El problema? En España este tipo de pantalones siempre se han llamado “vaqueros” o se dice perfectamente su nombre en inglés.
  • Crocodilo: este sinónimo de “cocodrilo” tiene una curiosidad. Debería ser el término correcto pues viene del latín “crocodilus”; además en la primera edición del Diccionario de la Real Academia de la Lengua figura como expresión correcta frente a la incorrecta “cocodrilo”. Finalmente triunfó la forma vulgar.
  • Güisqui: así es como se pronuncia en español “whisky”. Es otra palabra que resulta especialmente molesta a algunos por su grafía aparentemente ignorante. Sin embargo nunca se ha dicho nada de otras palabras hispanizadas que designan licores extranjeros como el “coñac” (cognac), la “ginebra” (gin) o el “champán” (champagne).
  • Murciégalo
  • Murciégalo: aunque se tome como incorrecta esta manera de decir “murciélago” ha sido correcta desde 1734. Eso sí, por aquella época el diccionario decía que era “un ave muy semejante al ratón”.
  • Toballa: aunque ahora nos parece que esta manera de decir “toalla” está mal lo cierto es que era muy usada en el castellano antiguo. De hecho en la edición de 1739 del Diccionario de la Real Academia su uso figura como “vulgar” pero no incorrecto.

¿Palabras correctas pero malinterpretadas?, ¿arcaísmos que de tan viejo suenan mal? No lo sabemos, pero una cosa sí que admitimos: por muy correctas que sean es mejor no utilizarlas. Os ahorraréis muchas miradas extrañas y cuchicheos.

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