El que se pica, ajos come
Es muy probable que hayas escuchado la expresión “el que se pica ajos come”, especialmente en ese tenso momento antes del comienzo de una discusión. Lo cierto es que es una expresión compleja tanto en su contexto como en su significado.
“El que se pica, ajos come” hace referencia a quien interviene en una situación al sentirse aludido pues tiene algo que ocultar. Para que no haya duda vamos a poner un ejemplo: ¿Recordáis cuando Hamlet organiza una obra teatral en la que un noble mata a su hermano y el rey Claudio manda que la obra pare pues la escena le recuerda el crimen que él mismo cometió? El príncipe de Dinamarca bien podría haberse levantado y gritar a su tío “El que se pica, ajos come”.
Ahora bien... ¿qué tiene que ver el ajo en el sentimiento de culpabilidad y en el sentirse aludido? Aquí entra la genialidad de la metáfora española: el resentimiento, de tener sabor, sería penetrante, molesto y persistente… ¡exactamente como el del ajo!
En cuanto el uso del verbo “picar” diremos que se refiere a una de las acepciones de la palabra “pique”, que nos habla del disgusto ocasionado de una disputa u otra cosa semejante.
Esperamos que esta explicación os haya servido de ayuda. Eso sí, tened cuidado a la hora de contársela a algún amigo que use mal la expresión. Ya sabéis que “el que se pica, ajos come”.