Hacer de su capa un sayo
Quizá es uno de los dichos más incomprendidos de nuestro refranero y puede que se deba a que ya no utilizamos ninguna de las dos prendas que se citan en él: todos pensamos que las capas han quedado para superhéroes y por supuesto la casaca sin ajustar, tan propia de la Edad Media, que es un sayo está tan pasada de moda que no es ni vintage (aunque tiempo al tiempo…)
A lo que vamos: pese al olvido en el que han caído ambas vestimentas sabemos perfectamente que este dicho se aplica a aquel que obra según su libre albedrío y conveniencia sin rendir cuentas a los demás. Hablando mal y pronto se podría decir que personajes como Han Solo o Jack Sparrow son de esos que hacen de su capa un sayo, gente que resuelve los problemas a su manera, que obran correctamente pero son unos incomprendidos y que se rigen por un código propio.
¿Y qué tiene que ver esto con la vestimenta? Se supone que sería muy difícil hacer un sayo con una capa: ambas prendas no tienen nada que ver y además sería una tarea sin ninguna utilidad aparente porque, al fin y al cabo, las dos sirven igual para evitar el frío. Aquel que convirtiera su capa en un sayo tendría sus razones para hacerlo; pero casi nadie las comprendería.
¿Significa eso que si nos dicen que “hacemos de vuestra capa un sayo” nos están diciendo algo malo? En principio no; más bien significaría que reconocen nuestro ingenio aunque no comparten nuestros métodos. Algo que, viendo los tiempos que corren, hasta puede ser un halago.